lunes, 1 de diciembre de 2014

Si los hombres supieran...

En respuesta a un post de face que tiene un texto llamado Si las mujeres supieran de Jess Brown, no pretendo sentirme la gran escritora pero cuando leo cosas así solo me doy cuenta que aún tengo mucho que decir.

SI LOS HOMBRES SUPIERAN…

Si los hombres entendieran…que no nos molesta que ustedes tengan miedo, siempre que busquen superarlos con nosotras no les afectaría tanto mostrarlos.

Que no importa que amen los motores, coches, y partidos de fútbol siempre que nos contagien su emoción. No nos excluyan de ellos porque solo sus “amigos hombres” lo entienden. Quieran compartir sus hobbies con nosotras, también podemos disfrutar de todo eso y mucho más.

Que el peso es importante para nosotras porque no escuchamos de ustedes lo mucho que nos aman con o sin kilos de más.

Que no tendrían que sentir la presión de ser un “sostén económico” que aparte de todo nadie les ha pedido, si pueden compartir su carga con nosotras para que ustedes estén mas tiempo con la familia, los amigos y los hijos.

Que no necesitamos que se sientas super héroes y menos a todas horas siempre que sean nuestros héroes cuando nos sentimos mal o tristes o decepcionadas porque la vida nos ha golpeado.

Que si ustedes odian las comparaciones con el “marido o novio de” nosotras sentimos que nos apuñalan cuando mencionan a las ex o cuando una mujer pasa y la siguen con la mirada.

La necesidad que tenemos de que se acerquen a nosotras y la imposibilidad de ser tan abrazadoras como ustedes desean porque no sabemos si nos rechazaran o se sentirán vulnerables y eso lo odian.

Lo difícil que es enseñarles cuando no están dispuestos a aprender ni a escuchar, sobre todo porque nunca les gusta admitir que se equivocaron.

Las lágrimas que vemos que esconden pero que no pueden compartir con nosotras por orgullo o terquedad nos duelen en lo más hondo.

Que nunca creemos tener el poder de nada y que sentimos la incertidumbre de todo en todo momento.
Que cuando ustedes no duermen nosotras tampoco.

Que así como ustedes necesitan silencio también nosotras. No hablamos en todo momento y si lo hacemos lo hacemos con nuestra conciencia en silencio y no tenemos “nada” en ese momento.

Que no andamos por la vida queriendo lastimar a nadie pero es difícil no hacerlo cuando son tan poco sensibles a las cosas que nos duelen porque para ustedes no son nada.

Que nunca confundimos fuerza con fortaleza y que valoramos la segunda.

Que no deberían hacernos responsables de si actúan bien o mal, somos seres aparte y cada uno responsable de su comportamiento.

Que sí pensamos y razonamos diferente pero que si hablaran con nosotras podríamos saber como y porque piensan lo que piensan y discutirlo.

Que si nos dejaran tocar su corazón y lo que sienten podríamos ayudarlos a expresarlo sin que se compliquen tanto la existencia y cambiar como lo expresan si lo desean.

Si los hombres entendieran todo esto, si lograran mirar más allá de lo que ven con la mirada y vieran con los ojos del alma sabrían que lo que duele no es lo que olvidan sino el porque era importante para nosotras que no lo hicieran, que entendieran que no todas somos iguales sino que cada una es bien distinta de otra mujer, si pudieran saber que la mejor demostración de su amor es preguntarnos ¿cómo te fue hoy? o ¿ya comiste?, si los hombres no sintieran que tienen que probar algo en todo momento que por cierto ese “algo” nos es desconocido por completo, si supieran que si hay una queja expresada es porque hemos aguantado por mucho mucho tiempo el mismo problema sin poder hacerles entender de modos amables que hay problemas.Si no dieran por sentado que todo esta bien, si preguntaran más y supusieran menos, si pudieran abrazarnos con espontaneidad y jugar con nosotras cual si fueran niños, si dejaran de sentir que deben ser “más” que alguien más comprenderían que solo por amarnos y hacernos reír los amamos al doble, si comprendieran que nuestras vidas tienen sentido cuando comparten la suya con nosotras.

Como hombres, novios, padres, hijos, hermanos o amigos. Al final del día, donde hay risas, abrazos, momentos de complicidad, travesuras y secretos compartidos, quedamos mujeres con los brazos abiertos deseosas de que estén entre ellos solo refugiándose de la vida y no solo buscando  “sexo”, ahí siempre nos encontrarían sin falta, porque ahí estamos nosotras, esperándolos…siempre para poder elegirlos.

Myrna Denisse Vidrio Jáuregui

1 comentario: